sábado, 19 de febrero de 2011

Plou

No entiendo por qué no lo entiendo. ¿Tan difícil es? Cabecita mía, ¿puedes parar ya? Te importaría, o ¿es mucho pedir? ¿Por qué ahora? Más simples no podemos ser... Tú haces lo que sea para llamar la atención, supongo que sobretodo buscas llamar la mía, sino para qué toda esa parafernalia... Por favor, ésto no me va, si quieres algo, simplemente dilo, mejor dímelo. Dejemos tal vez y por una vez de lado el orgullo. Sí, siempre te has quejado de mi testarudez, pero ¿qué pasa con la tuya? Simplemente, volvamos a lo que nos unió algún día, ese día que tú y yo recordamos perfectamente. No te pido nada más, simplemente eso. En realidad me haces falta, no lo negaré, pero tampoco lo reconoceré. Miro por la ventana y qué casualidad, el día me acompaña. Llueve. Definitivamente, hoy no es mi día. "Las palabras que no existen nos pueden salvar sin hablar" decían o dicen por ahí, tal vez la conversación que mantenemos de manera inexistente nos llevará a buen puerto, no será hoy ni mañana, pero será...

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